RECOMENDACIONES BASICAS PARA EVITAR ROBO DE LA MOTO





Bajonazos, robos por descuido, timos y otras raterías están a la orden del día, en especial si se trata de vehículos tan apetecidos y “robables” como las motos. No es casualidad que una póliza de seguro que incluya Robo sale terriblemente cara (cerca de 55 a 60% del valor total del seguro con todas las coberturas!). Después de todo, una moto, hasta de las grandes y pesadas, no es imposible de levantar entre tres o cuatro cabrones fuertes para echarla en un pickup, van o camión.  Tampoco en vano una cerradura de ignición y la columna de dirección son un juego de niños para los ladrones, que pueden arrancar la moto allí mismo con el viejo desatornillador plano después de volarse el llavín o haciendo un rápido cableado.  Incluso, si la moto está bien protegida con candados, cadenas y alarmas, siempre es muy posible que nos estén esperando y, justo en el momento de quitar los elementos de seguridad, nos salgan por detrás para encañonarnos y quitarnos las llaves y controles de alarma o que se nos metan de madrugada para hacer de las suyas mientras dormimos.  En pocas palabras, si las ratas se lo proponen suficiente, casi siempre van a tener la ventaja del elemento sorpresa, la experiencia en estas raterías, ir drogados para ganar valor, la disposición a emplear la violencia si las cosas salen mal y la poca efectividad de las autoridades una vez consumado el crimen. Aunque en buena teoría a cualquiera le puede pasar, siempre es posible seguir ciertas normas para disminuir considerablemente las probabilidades de que nos roben la moto.  Después de todo, en este juego mental de Descuido vs. Precaución, la pregunta tal vez sea quién es el que se va a preparar mejor?


-Robos por descuido
               
               En la calle: Debemos tener mucho cuidado con los lugares donde vamos a dejar la moto. Muchas veces la famosa mentalidad "a mí no me va a pasar" hace que la gente deje el vehículo parqueado en zonas poco iluminadas y solitarias donde en cuestión de un par de minutos nos violentan la traba de la dirección y el llavín de la columna de ignición, arrancan la moto y desaparecen. Si hay algo fácil en este mundo es palanquear y quebrar el bloqueo de la dirección de una moto y, si no les da tiempo de forzar el llavín, hasta empujada se nos pueden llevar la moto.  Las actividades al aire libre o en alrededores de vía pública, como exhibiciones de motos, la Convención Motociclística, etc, son ocasiones donde se facilita el robo de la moto, ya que todo mundo va y viene, hay mucha gente, y cada quién anda relajado y distraído…el escenario perfecto para hacerle la magia a una moto ajena!
               
             En un parqueo: En locales públicos o privados donde vayamos a dejar la moto, discutiblemente baja algo el riesgo de que nos roben la moto, pero igual no hay garantías. También aquí lo mejor es buscar un lugar visible, iluminado y transitado, ojalá cerca de alguna caseta de los vigilantes. En algunos parqueos, como los de centros comerciales grandes tipo “mall” ponen postes y otras estructuras fijas de metal para que uno pueda amarrar la moto.  Se debe tener cuidado al parquear en los lugares aledaños a los cines, teatros, discotecas, universidades y otros, ya que si hay alguien vigilando fácilmente va a poder calcular un tiempo de hora y media a 2 horas para cometer la fechoría. Para alguien profesional en robos esto es todo el tiempo del mundo.  Por otra parte, si uno va con otros compas en moto, es bueno llevar cadenas y candados entre todos y dejar las motos amarradas entre sí.

                Dentro  o fuera de la casa: Tener la moto guardada en la cochera o incluso dentro de la casa tampoco es en garantía de nada. Muchos robos, de los llamados ahora “cocherazos”, se perpetran mientras los dueños del vehículo dormimos apaciblemente. Aún de más cuidado debe ser dejar la moto estacionada al puro frente de la casa, ya que la gente normalmente baja las defensas al pensar que todo está bien ahí.  Aunque no he tenido la experiencia con ninguna de mis motos, gracias a Dios, dos veces se nos han metido a la cochera en la madrugada sin demasiado éxito y a mi mamá sí le han forzado el carro estando al frente de la casa o a la vuelta donde familiares. Siempre es buena idea tapar la moto con un cobertor o al menos una cobija o sábana para que no sea tan llamativa y sus dispositivos de seguridad no sean identificables al primer vistazo. Si las ratas no saben a qué se enfrentan lo van a pensar un poco más para irrumpir y empezar a ver qué.


-Robos por bajonazo: esta debe de ser una de las experiencias más frustrantes y traumáticas de todas. En estos tiempos ni siquiera entregar la moto sin oponer resistencia nos garantiza que no nos hagan un daño.  En una ocasión, recién estrenando moto, me siguieron 3 tipos en un pickup tipo 2:30 de la madrugada y casi no la cuento. Pude corroborar que sí iban siguiéndome al adelantar un carro y ver a los tipos hacer lo mismo.  En otra ocasión iba practicando con un amigo, en motos distintas no lejos de mi barrio, y una moto con un par de ratosos empezaron a seguir al compa. Para hacer la historia corta, fue un juego de gato y ratón hasta que tuve que terminar de espantarlos y por dicha el mensaje les llegó fuerte y claro. Con menos suerte, mi amigo y compañero instructor Steven ya fue víctima de bajonazo frente a la casa (Honda Falcon recién comprada, 5 días) y hace poco un par de ratas en una WR200 (la clásica moto de rata, junto con la DT200) lo esperaron cerca de la casa e intentaron carrerearlo en la BMW G650GS nueva (muy raro que busquen moto de lujo, pero también se puede dar y he escuchado de casos, principalmente para pedir rescate o jugar de hombres acumulando experiencia rateril). No se confíen sólo por tener moto grande.

-Robos por timo: fácilmente puede llegar alguien (arratado) a ver nuestra moto que está a la venta, dejarnos la moto en que venía (robada) mientras se va a dar “una vuelta” exasperantemente larga y adiós!  No se dejen engañar porque la persona viene bien vestida, oliendo a buena colonia y se ve como “gente bien”. Antes de prestar la moto para que la prueben los interesados, no está de más pedirles cédula, estar acompañado y hasta hacer el asunto en algún lugar estratégico donde hayan cámaras captando la acción y las entradas y salidas al sitio, como un centro comercial. Así de una vez no van a saber dónde tenemos guardada la moto. También le puede uno decir al interesado que sólo vamos a prestar la moto si vamos montados atrás mientras él conduce.

En el caso de que seamos nosotros los que vamos a comprar la moto, debemos ir acompañados y mantener los ojos abiertos. Nada mejor que realizar el pago por transferencia bancaria para no andar cargando grandes sumas de dinero. Una vez comprada la moto, no está de más ir atento a que nadie nos siga y cambiar la cerradura de la moto apenas sea posible. Una vez le presté una de mis motos a un amigo mientras yo andaba en otra. De casualidad me encontré esa moto prestada en un parqueo de un mall y, como le andaba la llave de repuesto, la desbloqueé y la dejé parqueada a 5 metros de donde la había dejado mi amigo. Lo que en realidad fue una broma inofensiva, bien podría no serlo si el antiguo dueño de la moto aún tiene copias de la llave de nuestra nueva moto y no es una persona honesta. Es muy fácil seguir a una persona que no sabe que está siendo vigilada!



-Medidas y dispositivos de seguridad                                                            
                 
     Candados y cadenas regulares: aunque hay infinidades de candados y cadenas para amarrar nuestra moto, justo estos son los dispositivos más sencillos de vulnerar, sobre todo si son de los baratos de ferretería. Incluso si las cadenas son gruesas, quizás no sean de un material resistente a una cizalla, corrosión con químicos fuertes, martillazos, equipo de acetileno y demás tretas. Más de un ladrón se ha tenido que reír al llevarse la moto de alguien que pensó que con esto no se le iban a llevar su preciada amiga de dos ruedas. Una gran desventaja con los candados y cadenas fuertes es su gran peso y volumen. En caso de llevarlos en un bulto a la espalda podemos sufrir lesiones si nos caemos de la moto y aterrizamos sobre todo ese metal (fracturas de columna!), así que hay que tener cuidado con cómo y dónde vamos a trasportar estos dispositivos.

                Candados en U: estos suelen ser de materiales más resistentes que el candadito promedio, pero hay muchos videos en internet que muestran lo fácil que es abrir la cerradura circular de uno de estos con el tubo de un lapicero Bic.Yo me quedé pasmado cuando empecé a ver estos videos. Lo que siempre recomiendan con estos candados es pasarlos de tal forma que se prense la llanta delantera y las botellas de las suspensiones. Ante lo fácil que podría ser brincarse la seguridad de un candado en U se puede pensar en conseguir uno adicional, de otra marca, para prensar la moto también atrás. Si logran forzar el primero el segundo tal vez no sea tan fácil por no ser igual. Eso sí, no olviden que siempre pueden levantar la moto, así que volvemos al asunto de amarrar la moto a algún punto fijo.

                Candados de disco: en las decenas de páginas que he estado investigando, para no llegar a repetir siempre lo mismo y a hacer “copy-paste” de otros autores, todo mundo coincide en que este es el candado más endeble e inútil como único método antirrobo. La ventaja es que es pequeño y liviano, fácil de poner y de quitar, pero es un sueño de opio esperar que esto impida el robo de la moto. Ahora, si este dispositivo se combina con otros, ya cambia el asunto, e incluso hay candados de disco con alarma, entonces si mueven la moto, el aparatito empieza a hacer un bullón que seguro no se esperaba el ratero.

                Alarmas sonoras, de presencia, corte de ignición: estos dispositivos en general, no son para evitar el robo de la moto, sino más bien para disuadir y entorpecer en mayor o menor medida el acto delictivo, a menos que haya un corte de ignición o sensor de presencia/antisecuestro. Incluso en estas dos últimas opciones, que son mucho mejores que la alarma que sólo hace escándalo, siempre se pueden montar la moto en una camioneta o desconectar cable de batería.  Una vez que me quedé varado cruzando una poza y la alarma de la moto se me volvió loca, le desconecté la batería y listo, se acabó el ruido! Por otra parte, hay que tener muy claro que nadie le presta atención a una alarma que suena, como en el famoso cuento del niño que gritaba “El Lobo, el Lobo!” (es mejor una alarma que avise al beeper o celular si hay problemas).

Uno de los sustos de mi vida me lo llevé hace varios al dejar años la moto mal estacionada en el centro de San José y, al salir casi dos horas después de un curso que estaba llevando, darme cuenta de que la moto ya NO estaba!  A pesar de que la moto quedó con alarma y con la manivela trabada, se la levantaron entre tres o cuatro oficiales de tránsito y la echaron en una de las grúas de cajón pequeño (no las de plataforma). Los vendedores de la tienda al frente de donde estaba la moto se tiraron toda la cinta y me contaron que los tráficos esperaron y esperaron porque de verdad no querían  llevarse la moto, que la alarma no paró de sonar y sonar y que al final, ya aburridos los policías, la montaron a la grúa y jalaron para Plaza Víquez. 

Con el sensor de presencia/antisecuestro, si la moto está prendida pero el control de la alarma se aleja mucho del radio de acción de la alarma, la moto va a empezar a hacer un escándalo y va a tener un corte de ignición tras un minuto o dos de haber perdido contacto. Probé la efectividad de este tipo de alarma una vez que le presté la moto a mi mejor amigo y, cuando ya se hallaba a la vuelta de la esquina, recordé que no le había dado el control de la alarma. Antes de 3 minutos mi amigo ya me estaba llamando, con un bullón de fondo, para decirme que se había quedado varado en las inmediaciones del barrio. Cuando llegué para callar la moto con el control, mi compa estaba como a 5 metros de donde se había llevado la moto y todo mundo se le quedaba viendo. Incluso me pasó al revés: un alumno terminó clase y se fue con el control de mi alarma en la bolsa. Si no hubiera sido porque lo logré alcanzar antes de que la alarma terminará de dispararse (ya venía haciendo bulla mientras yo le daba cacería en la presa a don Francisco!) me hubiera quedado botado y en medio del escándalo de la alarma.

El problema aquí está en que las ratas se saben todos estos trucos antisecuestro, entonces llegan varios maleantes en dos motos (mínimo) donde está uno, lo encañonan y le buscan el control, después, lo encuentren o no, se van en la moto de uno pero dejando a otra rata vigilándolo a uno. Si la moto robada activa la alarma y se apaga, los ladrones se comunican con el otro que está con uno para que lo joda y le quite por las malas el control.

                Sistemas de seguridad (cámaras, sensores, luces): estos dispositivos pueden ser muy efectivos como disuasorios si las cámaras y focos están a la vista, pero ojalá lejos del alcance del malhechor. Si se nos vuelan la cámara o luces de un balinazo entonces no quedamos en nada tampoco.

                Grabado de piezas: algunas motos son robadas para luego ser desguazadas y vendidas para repuestos en el mercado negro, ya que tanto hay gente que se dedica a conseguir repuestos de esta forma como inescrupulosos que los mandan a conseguir.  Este tipo de delito se va a entorpecer bastante si tomamos la precaución de marcar las piezas principales de la moto, tantas como sea posible, con señas distintivas o hasta el número de VIN, de Motor, u otros datos que les resulten comprometedores a los desguazadores y a los compradores deshonestos.  Aunque siempre es posible que borren los grabados para disimular, siempre va a quedar algún tipo de marca que sugiera manejos deshonestos. Hace unas semanas compré un aparatito grabador de superficies con punta de diamante para marcar desde las motos hasta los electrodomésticos. Tras dejar las marcas es importante proceder a tomar fotos de ellas y almacenar estas pruebas en algún lugar seguro (un medio físico  sumado al ciberespacio es buena idea!). Este tipo de evidencia resultará incontrovertible a la hora de la posible identificación y recuperación del bien robado.

                La Capa de la Invisibilidad: al estilo de Harry Potter, se trata de colocarle a la moto un cobertor o por lo menos una sábana de cama para que se vea mucho o del todo.  Aunque una rata ande de vigía por nuestro barrio o residencial y se percate de nuestra moto tapada, el solo hecho de que no va a poder adivinar los detalles de la moto y si se halla con cadenas y candados ya viene siendo un factor que puede incidir sobremanera en sí el amigo de lo ajeno la va a obviar para buscarse otro vehículo más descuidado y fácil de violentar.  A menos que los rateros vengan muy preparados, no les va a ser nada grato develar la moto y ver que está hasta el rabo de candados, cadenas y dispositivos todos combinados para entorpecerles la mala vibra.
                Métodos poco ortodoxos pero efectivos: leía también de una alarmita casera hecha a base de hilo fino de pescar y un poco de latas de gaseosa.  Al enredarlas estratégicamente en la moto  (y mejor si también le ponemos un manta o cobertor al vehículo)  cualquiera que llegue sin percatarse de la sorpresa va a crear un escándalo de Padre y Señor, tras lo cual seguro no le van a quedar ganas de continuar de sólo imaginar al dueño llegando con una escopeta o una .45 lista! 

-Sentido común y mentalidad de precaución

 Hay cosas que a todo mundo le parecen “obvias” y “lógicas”, pero al fin y al cabo muchas veces no hay tal. Detalles como dejar las llaves pegadas en la moto (vamos, a todos nos ha pasado alguna vez o más de un par), parquear por ahí hasta sin trabar dirección, subirnos a la moto viendo hacia abajo en vez de escanear el entorno, utilizar la misma ruta siempre y a la misma hora de manera predecible nos ponen en situación de riesgo.  Siempre les recomiendo y aplico para mí mismo una ligera paranoia, suficiente como para desconfiar de todo lo que se mueve o permanece quieto a mi alrededor.  En ya bastantes ocasiones me ha tocado brincarme un alto o hasta un semáforo en la noche al divisar una moto, ojalá dos tiempos, con dos cabezas en el perfil.  La mentalidad de que no hay que pensar en estas cosas “para no llamarlas” es una absurda negación de una posible realidad en que podríamos más bien vernos envueltos por no haber previsto ese peor escenario.

-Si ya sucedió el robo…qué hacer

Si nos agarró tarde para prever y acabamos de ser víctimas del hampa, primero démosle gracias a Dios de tener chance de ponernos a pensar en qué hacer…otros no la cuentan ya! Aunque muchas veces esto no llega a nada, DENUNCIE el robo a la autoridades e informe a la compañía aseguradora. La moto podría estarse utilizando para cometer nuevas fechorías y mientras no se reporte el robo a las autoridades los únicos imputados seríamos nosotros los dueños de la moto.  No es vara que la moto de Steven tuvo participación en un asalto a mano armada y herida de bala a un cura en Tres Ríos menos de una semana después del robo. El número de la SECCION DE ROBO DE VEHICULOS DEL OIJ es 2295-3853.  Siempre es posible que la moto caiga en algún operativo en algún momento y, de hecho, para volver a la anécdota de mi compañero Steven, la moto apareció como un año después en Buenos Aires (Zona Sur del país, para los lectores extranjeros), súper lejos de donde se la robaron. Un finquero de esos corruptos que compran cosas robadas se hizo de la Falcon 400 y sonó en un operativo. Ya el seguro le había pagado a Steven, pero igual el OIJ le notificó de la captura de su antigua moto, que estaba en condiciones deplorables.
Démos tantos datos como sea posible sobre la moto, especialmente Número de VIN, Número de Motor, señas y particularidades de la moto. Si pusimos en práctica el grabado de piezas esta precaución podría rendir sus frutos si se captura el vehículo más adelante y nos toca ir a reconocerlo.
Lo siguiente es subir anuncios en internet con fotos de la moto, número de placa, lugar del robo, señas y la historia de lo sucedido. Los foros, redes sociales, blogs y otros son buenas opciones para alertar a tanta gente como sea posible.
Si alguien nos contacta para pedir rescate o “ayudarnos a recuperar”  la moto, no caigamos en la trampa de negociar con las ratas o sus cómplices. En serio, hay que estar como operado de la cabeza para creerse el cuento de que vamos a llevar plata para que nos devuelvan la moto, cuando fácilmente nos pueden volver a asaltar.

Conclusiones y recomendaciones finales

Como bien anotamos al inicio, la Moto es un vehículo fácilmente robable y si en realidad los rateros se lo proponen  casi garantizado van a encontrar la manera de despojarnos de nuestra adorada amiga, ya sea vulnerando nuestros dispositivos y sistemas de seguridad o vigilando y anticipando nuestros movimientos. La estrategia general debe ser siempre la de aplicar una cierta paranoia, revisar nuestro entorno y no dejar ni el menor resquicio para que nos conviertan en víctimas de robo o bajonazo. Espero que la lectura de este artículo nos sirva a todos para reflexionar sobre lo sencillo que es robarse una moto, sobre todo si vivimos engañados con el bobo “a mí no me va a pasar” , pero que justo por eso vamos a recurrir a todos los trucos y contra medidas para desincentivar ese robo y, si ya sucedió, tener pautas básicas sobre qué hacer. Quién irá a ganar en esa lucha, ese juego psicológico pero real y latente entre Descuidados y Rateros?  Ustedes y yo podemos evitar ser estadística.

R.




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